lunes, 6 de octubre de 2014

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja 
del lento otoño en mi ventana, 
si toco
junto al fuego 
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña, 
todo me lleva a ti, 
como si todo lo que existe, 
aromas, luz, metales, 
fueran pequeños barcos que navegan 
hacia las islas tuyas que (ya no) me aguardan.


Si tú me olvidas - Pablo Neruda. Pequeña intervención mía en la última línea.

jueves, 2 de octubre de 2014

Notas sueltas

1.

Se sale de sus zapatillas de goma verde claro. Al volver a ponérselas confirma que esa estación siempre se encarga (al igual que la toalla lo acabó de hacer con sus pies) de secar los rastros del baño recién tomado.

2.

Después de pasar su lengua por ellos, ve a sus labios como caramelos. Ella misma podría comérselos.

La delgada capa de saliva los deja color rosa.
Rosa chicle. Rosa chicle tutti frutti.
Rosa, que nada tiene que ver con sus ojos de roble.

3.

O que pongas tu mano sobre la mía, que está, también, boca abajo.

martes, 30 de septiembre de 2014


“What are you supposed to do with all the love you have for somebody if that person is no longer there? What happens to all that leftover love? Do you suppress it? Do you ignore it? Are you supposed to give it to someone else?” ―Maggie O'Farrell, After You'd Gone

From berlin-artparasites

jueves, 18 de septiembre de 2014

Bajan


Que bueno que pasaron por la tierra y la hicieron un poco más aire.

lunes, 15 de septiembre de 2014

martes, 5 de agosto de 2014

"every mouth you’ve ever kissed
was just practice
all the bodies you’ve ever undressed
and ploughed in to
were preparing you for me.
i don’t mind tasting them in the
memory of your mouth
they were a long hall way
a door half open
a single suit case still on the conveyor belt
was it a long journey?
did it take you long to find me?
you’re here now,
welcome home.”
Warsan Shire

Drawing by Holden

martes, 8 de julio de 2014

Soneto LXV

Matilde, dónde estás? Noté, hacia abajo,
entre corbata y corazón, arriba,
cierta melancolía intercostal:
era que tú de pronto eras ausente.
Me hizo falta la luz de tu energía
y miré devorando la esperanza,
miré el vacío que es sin ti una casa,
no quedan sino trágicas ventanas.
De puro taciturno el techo escucha
caer antiguas lluvias deshojadas,
plumas, lo que la noche aprisionó:
y así te espero como casa sola
y volverás a verme y habitarme.
De otro modo me duelen las ventanas.